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Capitulo XVI

Publicado por IsabelGM | 19:00 | | 1 comentarios »

Estuve llorando por mucho tiempo hasta que me quedé dormida. Cuando desperté ya había oscurecido, mi estomago comenzó, finalmente, a protestar de hambre, así que decidí bajar a servirme un plato de cereal.

Baje las escaleras, y se me hizo raro que la casa estuviera vacía, entré a la cocina y vi a Seth sentado, devorando un plato con varias cosas que nadie serviría juntas.
- Tus papás salieron –me dijo mientras seguía metiéndose comida a la boca.
- ¿No hay nadie en casa? – pregunté mientras me sentaba a su lado con el plato de cereal y comencé a comer también.
- No, todos salieron, tus tíos andan con eso… de que los gemelos tocan, tu sabes… y fueron a no se que… tus papás salieron con el Doctor y la señora Cullen.
Se me quedó viendo detenidamente y me pregunto si había estado llorando. Pensé en mentirle y decirle que se debía a que había dormido mucho. Pero recordé que estábamos solos y que tenía un tema pendiente con él.
- Hablé con Jake esta tarde. –dije con la voz cargada de tristeza.
- ¿Te dijo cómo sigue Billy? ¿Te dijo cuándo va a poder venir?
- Hasta Diciembre –dije con agonía.
- Me imaginó como te sientes… como se siente él… no veo cómo pueden soportarlo.
- Lo extraño Seth… no sabes cuanto –y estaba a punto de ponerme a llorar de nuevo.
- Me imagino, nadie de la manada soportaría lo que ustedes… bueno ninguno ha tenido que alejarse jamás del motivo de su impronta… así como ustedes…
Sacudí la cabeza incrédula ¿había escuchado bien?
- ¿De qué hablas Seth? –Escupí casi las palabras. ¿A qué se refería con eso?
- Pues si –continuo tranquilamente –Ninguno de la manada se ha tenido que separar de las personas que han improntado, por eso no se bien si se pueda soportar o no, bueno yo creo que si, ya que Jacob y tu siguen en una sola pieza.
- ¿Estas diciendo que Jake y yo estamos improntados? –grité casi sin aliento.
Seth se extrañó de mi pregunta, y se me quedó viendo con ojos interrogantes, ahora el que no daba crédito a lo que yo decía era él.
- ¿Nessie? Por favor… Jake y tú están improntados desde el día que naciste.
Comencé a hiperventilar, me llevé la mano a la boca, lo bueno que estaba sentada si no las piernas no me hubieran sostenido. Menee la cabeza negando, debía ser una más de las imprudencias de Seth, se había equivocado… algo, no se… lo que fuera.
- ¿No lo sabías? –casi estaba pálido por la sorpresa.
- No, no lo sabía –contesto mi papá desde la puerta de la cocina, su voz sonaba tranquila pero sus ojos me veían fijamente, tratando de asimilar el torbellino de pensamientos que tenía en mi mente. Mi mamá estaba justo detrás de él, y luego vi también acercarse a mis abuelos.

Seth bajó la vista apenado, conciente de que se había metido en un problema. Yo no podía hablar, mi cabeza no lo podía asimilar. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué yo no lo sabía? Grite la pregunta en mi mente, pero mi papá me respondió en voz alta.
- Queríamos que tuvieras opciones –lo voltee a ver con una mirada envenenada. Así que había sido su decisión.
- ¿¡Opciones!? –dije con una voz apenas perceptible, la ira contenida casi no permitía que las palabras salieran de mi boca, de igual manera que me mantenía inmóvil aferrada con ambas manos al borde de la mesa.
- No queríamos que vivieras tu vida comprometida con algo que tu no habías decidido –agregó mi mamá, con sus ojos llenos de suplica.
- No entendemos bien como suceden eso de las improntas –continuó –Y mucho menos entendimos como podía decir Jacob que se pertenecían uno al otro, si tú tenías unas horas de nacida. Tú no podrías pertenecer a alguien sin dar antes tu consentimiento. Entonces Jake nos explicó que tarde o temprano te enamorarías de él porque permanecería a tu lado siendo tu mejor opción, pero de lo que realmente se iba a tratar esto, es que él iba a ser tu única opción.
Cerré los ojos y respire profundamente -¿Cómo nos pudieron hacer esto a Jacob y a mí? -La voz se me quebró, no quería llorar, no ahorita, empecé a maldecir para mis adentros, refugiándome en la ira para contener la lagrimas.
Mi mamá se apresuró a explicar -hablé con él, porque no lo podía permitir… todos tenemos derecho a elegir… Jake estuvo de acuerdo.
No fue un balde de agua fría lo que sentí que me cayó encima, fue una loza, enorme y helada, como la tapa de una cripta, me aplastó el pecho, me dejó sin aire, me dejó sin vida.

¿Cómo era eso posible? ¿Cómo me podían decir que él estaba de acuerdo que me alejaran de su lado? para que viviera mi vida sin él, para que conociera a mas personas… ¡Dios mío! ¡Me habían dejado creer que el seguía enamorado de mi mamá! Mareada, comencé a ver sólo pequeños puntos rojos. ¿Todos teníamos derecho a elegir? entonces… ¿el también quería disfrutar de ese derecho?

La habitación comenzó a girar, mi papá tuvo la intención de acercarse a mí, alcé la mano haciendo ademán para que se detuviera, si me tocaba iba a explotar.
- ¿Jake también está explorando sus opciones? -dije remarcando la ultima palabra.
- Por supuesto que no –se apresuró a contestar Seth –Jake te ama Nessie... te ama –dijo suplicante.
- ¡Cállate Seth! –Gruñí- Y si aprecias en algo tu vida, no le dirás nada de esto a Jake- De todos los nuevos sentimientos que estaba comenzando a experimentar los últimos días, la ira era el que más me estaba aterrando.
- Pero… - trato de protestar, pero lo voltee a ver con una mirada demente que lo asustó.

Siempre había soñado ser el motivo de impronta de Jacob, para que él por fin me amara, y se quedara conmigo. El saber que eso había pasado y aún así me había rechazado, alejándose de mí, permitiendo que pasaran cosas como las que esa tarde habían estado a punto de pasar con Bill… ¿Amor verdadero? Un cuerno.

De repente me sentí dividida en dos, ya no era mitad humana mitad vampiro, ahora era como si dos seres, una humana y una vampira, lucharan por subsistir en un solo cuerpo. Durante todo este tiempo, al estar enamorada de un humano, esa vampira había estado oculta, pero ahora que la furia me había dominado, la vampira había desplazado por completo a la humana. Un temblor comenzó a recorrerme el cuerpo, mi papá se acerco más, y le gruñí.
Esto me hizo reaccionar, ver los ojos abiertos como platos, por la sorpresa, en los rostros de todos los presentes, me obligó a tranquilizarme un poco, pero sabía que eso no se pasaría inmediatamente, mi papá lo comprendió -¡vamos!- dijo y nos dirigimos hacia la cochera.
Tomamos el Jeep de Emmett y subimos a campo traviesa por la montaña.

1 comentarios

  1. Anónimo // 24 de marzo de 2009, 20:06  

    bueno estan recontra Lindoosss todos los capiitulos .. !! no dejes de escribir lo haces recontra biienn !!
    cuidateee

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