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Capitulo I: Segunda parte **

Publicado por IsabelGM | 12:10 | 2 comentarios »

Los primeros rayos de sol traspasaron la ventana de la cabaña, apenas lograban iluminar la habitación, pero la luz alcanzaba perfectamente para poder ver a Jacob recostado boca abajo junto a mí, durmiendo placidamente. Mis ojos se perdieron entre los marcados músculos de su espalda, el corazón se me hinchaba de alegría al saberme suya, en todos los sentidos.

Teníamos mes y medio disfrutándonos uno al otro, lejos de todo y de todos. Habíamos decidido pasar nuestra luna de miel en las montañas nevadas de Europa; realmente no me hubiera importado el lugar mientras estuviera con él, pero a Jake no le agradaban las grandes ciudades y el clima nevado era perfecto para su ardiente temperatura. Así que por todo este tiempo habíamos viajado por los países de Europa del norte, algunas veces como humanos normales hospedándonos en hoteles o cabañas y otras acampando como semivampira y licántropo.

Ahora estábamos hospedados en una villa para alpinistas muy al norte de Holanda, apenas teníamos un par de días aquí, pero había comenzado a notar los cambios, y las ausencias, por lo que comenzaba a sospechar algo, que a medida que pasaban los días, se iba convirtiendo en certeza.

Esta mañana observaba a Jacob con ternura, era hermoso, perfecto, y lo amaba tanto, comencé a acariciar su largo cabello que caía sobre su espalda, deseaba tanto estar en sus brazos que estaba a punto de comenzar a besarlo, pero también temía despertarlo, sabia que tarde o temprano debía confesarle lo que comenzaba a pasar en mí.

Y es que los meses habían pasado bastante rápido desde que decidimos comprometernos, y aunque para mi familia era demasiado pronto, yo estaba completamente segura de que todo lo que quería en este mundo era casarme con Jacob, y ahora tenía la intuición de que mi felicidad aumentaría hasta llegar a ser plena.

Después de la lucha que se había suscitado en la montaña, y que todo había terminado bien, una vez más, gracias a la impronta. Sólo quedaba una preocupación dentro de mí, pero no podía compartir con nadie. Luché por no pensar en ello cerca de mi padre, no quería despertar el pánico colectivo. Pero convencer en primer lugar a Jacob de casarnos no fue fácil.

Le decía constantemente que quería estar a su lado siempre, pertenecerle en cuerpo y alma, pero él aun seguía viéndome como una niña de 6 años, bueno no tanto honestamente, porque la pasión de sus besos era inmensa, pero aun me trataba con tal delicadeza que parecía que temía romperme. Por lo que obviamente la palabra matrimonio no figuraba en su vocabulario, me imagino que creía que teníamos todo el tiempo del mundo, pero no era así. Yo lo sabía.

Sabía que mi cuerpo en el sentido fértil era humano, hasta ahora seguía teniendo un ciclo hormonal normal, pero sabía que dentro de poco mi cuerpo dejaría de cambiar, los pocos semihumanos que conocíamos, entre ellos el semivampiro del Amazonas Nahuel y sus hermanas, habían dejado de crecer y sus cuerpos permanecían exactamente igual a pesar de que habían pasado décadas incluso siglos, pero las hermanas no eran fértiles. Sabíamos que la herencia genética tanto de la parte humana como de la del vampiro era diferente en cada caso, por lo que no estábamos seguros de que iba a ocurrir en mí, pero aún así, teníamos la teoría de que dejaría de cambiar cuando alcanzara físicamente la edad de 17 años humanos, eso ocurriría muy pronto, y un cuerpo que no sufre cambios, no puede desarrollar un bebé en su vientre. Era por esta razón la prisa que tenía por concebir.

Pero hablar de embarazos semihumanos en mi familia era un tema tabú, el último que habían presenciado les había dejado grandes cicatrices en el alma, a pesar de que yo había sido el resultado, sabía perfectamente que aún así era algo que no quería volver a vivir.

Yo sabía perfectamente que conmigo no iba a pasar eso, en primer lugar Jake era humano lo que aumentaba la probabilidad de que mi bebé fuera más humano que vampiro, en segundo lugar mi cuerpo era mucho más fuerte que el de una humana normal y podría resistir un ser, dentro de mí, muy fuerte; y en tercer lugar si las cosas volvían a salir como conmigo y mi mamá, quedaba la opción de mi completa transformación vampírica. Pero obviamente nadie hubiera querido arriesgarse.

Pero yo deseaba darle a Jacob un hijo, acunar entre mis brazos un bebé hermoso, con la piel cobriza y profundos ojos negros, soñaba con eso, era mi mayor deseo, junto con permanecer con Jake por la eternidad. Debía darme prisa.

Jacob se había quedado conmigo en Hanover después del incidente con Bill, y se iba a quedar todas las vacaciones de Diciembre, porque Rachel su hermana podía quedarse a cuidar a Billy su padre. Pero éstas estaban apunto de acabar, Jake regresaría a Forks, claro que cada fin de semana me visitaría; a regañadientes había aceptado que mi padre pagara los boletos de avión cada fin de semana, lo hacía por mí, y se lo agradecía bastante, pues sabía lo mucho que le costaba doblegar su orgullo y permitir ese gasto excesivo de mi padre. Si no era ahora, después tendría muchos más pretextos para evitarlo. Tenía el tiempo limitado.

2 comentarios

  1. Anónimo // 22 de febrero de 2009, 12:22  

    Estaa muii boniiTa la hiztoriia...! esperoo con ansias la continuacion....!!!

    escribes genial....!

  2. Marta Cullen // 22 de febrero de 2009, 15:20  

    si!!!esta muy buena!!! quiero el segundo yaa!!!

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